El 27 de junio de 2012 realicé un teambulding en la empresa Indenova de Valencia. La empresa estaba realizando un curso de formación con un grupo de empleados (son jóvenes, informáticos y eficaces en su trabajo) donde se han trabajado, sobre todo, fortalezas personales y detectar las debilidades para que estas no se conviertan en frenos profesionales.
Con esto, se me propuso hacer un teambuilding. Y acepté: trabajaríamos los equipos, el liderazgo personal pero en un taller de cocina: haciendo pan. Dado que el tema es ajeno a sus competencias (sólo una persona había intentado hacer pan en su casa) permite mucha flexibilidad y asegura la diversión y homogeneiza el grupo.
Con unos propósitos marcados, unas metas y una forma de trabajo diferente a lo que habían experimentado en las horas de formación, me dispuse a realizarlo.
El grupo, 12 personas, con buena disposición y que se afanaron en todo lo que se les propuso sin oponer resistencia.
El resultado (aunque falta el feedbak) fue gratificante: divertido, con muy buena colaboración y donde, al final, se les plantean unas cuestiones para que reflexionen sobre el taller. Elaborar pan era la excusa. Además ¿qué han descubierto?
Mi idea que cocina y teambuilding o coaching podrían unirse, se ha concretado. 
Gracias a la empresa Indenova y su RRHH Mª Amparo Ros, que confiaron en mi proyecto y que me permitieron ponerlo en marcha.