Y claro, os preguntaréis ¿cómo que un taller de pan en un blog de psicología?. Bueno, una de mis aficiones es la cocina y la elaboración de pan casero. Un día pensé que hacer pan juega y desarrolla muchos aspectos psicológicos. Así que cuando surgió la oportunidad, ni me lo pensé. Agradezco a todas aquellas personas que pensaron que era interesante y me animaron y aquellas que me facilitaron las cosas para que se hiciera posible.
Con esta buena compañía, una escuela de cocina de Valencia (Food & Fun) apostó por mi taller de pan llamado ‘Contigo pan y sentidos’ (gracias a Paco Alonso que le dió cobertura).
Con la excusa de aprender a elaborar pan (que lo aprendieron) pudimos trabajar los sentidos olvidados: el olfato, el tacto, el gusto (la vista es un sentido tan potente que con ella es con la que más nos integramos en el mundo). Aprendieron a detectar por el tacto las necesidades de la masa. Trabajaron de forma individual pero también en grupo (una masa de pan que hicimos de forma colectiva con un amasado algo más complejo y nos turnábamos al hacerlo), descubrimos la mejora del ánimo por medio de la superación, la recompensa, la confianza. Trabajamos la autoestima, la creatividad, la cooperación, la superación, la perseverancia. 
Estoy segura que el taller no sólo sirvió para aprender a hacer pan casero sin complicaciones sino que a tod@s nos sirvió para crecer.
Gracias por una tarde deliciosa. Espero que repitamos ¿si?